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domingo, 9 de enero de 2011

FALSA INTOLERANCIA A LA LACTOSA EN BEBES ALIMENTADOS AL SENO MATERNO

Los síntomas del cólico, sobrealimentación y malabsorción de lactosa se han asociado con el manejo de la lactancia materna.  Específicamente con un desbalance entre la leche de la primera parte de la mamada y la leche de la segunda parte de cada mamada.  De allí que este problema se identifique con varios nombres:  “Sobrecarga de lactosa”,  “sobrealimentación” y “desbalance entre la leche rala y la espesa”.

Ha sido ya muy bien documentado el hecho de que cada vez que mama un bebé, la primera leche que recibe tiene mayor contenido de agua y electrolitos siendo una de sus funciones el calmar la sed del bebé, a esta se le ha llamado “leche rala”. Luego de varios minutos (más de 10), la leche que recibe el bebé contiene mayor cantidad de grasa, con lo que el bebé encuentra también satisfecho su apetito; esta se denomina “leche espesa”.

Razones que explican los síntomas de este síndrome:

Los bebés maman durante diferentes períodos de tiempo.  La duración total de cada mamada parece estar relacionada con la  transferencia de leche entre madre y bebé.  El  cambiar al bebé de un pecho a otro pasados unos 5-10 minutos implica que algunos bebes reciben mamadas incompletas lo cual a la vez le depriva de todas las calorías que necesitan.  Como resultado de esto,  los bebés tienen que tomar una mayor cantidad de leche “rala” para lograr recibir una adecuada cantidad de calorías.   Esto, aunado a la reducida capacidad gástrica del bebé conduce a síntomas de “sobrealimentación” como lo son los vómitos.

Explicación fisiológica:

La concentración de proteína y lactosa de la leche humana permanecen constantes a lo largo de cada mamada, sin embargo la concentración de grasa aumenta conforme progresa la mamada.  El énfasis que se ha dado a la transferencia de leche que se da al principio de cada mamada ha hecho que se desvalore la segunda parte de la misma y que es la que contribuye sustancialmente a la ingesta calórica total del bebé.

La producción de leche materna esta regulada tanto por la estimulación aferente de la prolactina lograda por la succión como por la cantidad de leche que se saca o remueve del pecho.  Por ello el amamantar por períodos cortos y de ambos pechos provoca una remoción de leche del pecho que es reemplazada por leche fresca, con lo cual se sostiene una adecuada  producción de leche.

Algunos bebés que son amamantados de esta forma, para compensar la falta de calorías, tratan de tomar más leche del segundo pecho con lo que sobrepasan su capacidad gástrica y vomitan.  Otros puede que al sentir que han alcanzado su capacidad gástrica se rehusen a seguir mamando pero se mantengan inquietos o llorones porque continúan hambrientos.

Un caso de la vida real


Esta historia muestra como los síntomas mejoran al modificar el patrón de lactancia.

Una bebé de 15 semanas fue referida  a un centro hospitalario por “falla en el crecimiento”, ella había ganado solamente 2 onzas en 3 semanas.  Había estado teniendo evacuaciones explosivas, verdes y acuosas desde las 12 semanas.  La bebé mamaba 9-12 veces al día.  Con frecuencia se le notaba insatisfecha e inquieta a pesar de la “abundante” producción de leche de su madre.   La bebé sufría mucho de cólicos y dormía muy poco.  La madre había recibido orientación sobre la lactancia materna por lo que la mayoría de aspectos relacionados con el manejo de la lactancia eran adecuados, por ejemplo:  la posición para amamantar, la lactancia a demanda y sin horario.  La madre le ofrecía ambos pechos en cada mamada, cambiando de un pecho a otro a los 10 minutos de haber amamantado del primer pecho.  Cuando se le aconsejó que permitiese que su beba terminara el primer pecho antes de pasar al segundo,  el resultado fue inmediato.  La bebé se soltó solita y sin llorar  del pecho después de una mamada completa de un lado;  A la segunda noche de este tratamiento, la bebé comenzó a dormir más.  Sus evacuaciones se normalizaron y comenzó a ganar de peso y continuó así el resto de su período de lactancia materna exclusiva.

Otras consideraciones:

Además de la restricción en la duración de la mamada que ya se ha mencionado, existen otros factores que predisponen al bebé a que sufra esta condición, estas son:

1)     Mala posición o incorrecta succión al mamar, ya que esto impide al bebé  extraer la leche de forma efectiva.
2)     Muy fuerte ejección de leche, ya que el bebé tiende a tomar solamente la leche que “sale sola” y no se esfuerza por succionar para sacar más leche materna.

  
 El volumen de leche ingerido por el bebé es más alto al principio de la mamada y disminuye lentamente conforme transcurre la misma.  Por otro lado el contenido de grasa aumenta de forma constante a lo largo de la mamada.

Si se asume que la ingesta calórica determina la saciedad,   el total de la ingesta calórica (100 %) se logra después de los 23 minutos.  Si se cambia al bebé de pecho pasados 10 minutos, el bebé tendría que tomar un 140% de volumen de leche para alcanzar un 100 % de ingesta calórica.

El porqué de los cólicos, los gases y las evacuaciones acuosas


Las comidas bajas en grasa conducen a un vaciado gástrico muy rápido, lo cual a su vez hace que muy rápidamente una carga alta de lactosa pase al intestino (yeyuno e íleo).  Esta carga puede sobrepasar la cantidad de lactasa disponible con lo que parte de la lactosa llega hasta el intestino grueso sin haber sido metabolizada.  En el colon esta es fermentada dándose la producción de gas, cólicos y evacuaciones muy ácidas.  Estos son los síntomas que se han asociado con intolerancia a la lactosa.  En estos casos comúnmente se sugieren las pruebas de pH en heces y de hidrógeno en el aliento, sin embargo los bebés amamantados generalmente tienen evacuaciones más ácidas y pruebas de hidrógeno altas.

Recomendaciones:

Permitir que el bebé se suelte espontáneamente del primer pecho antes de ofrecerle el segundo ( sí es que aún da señales de estar hambriento).  Para algunos bebés puede ser suficiente él amamantarlo de un solo pecho cada vez.


Otras factores que pueden provocar síntomas como los de sobrecarga de lactosa:

Tratamiento con antibióticos:
Cuando la madre o el bebé son sometidos a tratamiento prolongado con algún antibiótico o cuando el bebé ha sufrido algún episodio de diarrea, puede ser que la mucosa intestinal del bebé quede temporalmente dañada por lo que no produce una adecuada cantidad de lactasa con lo que temporalmente puede presentar síntomas de malabsorción de lactosa.

Alergias:
Algunas alergias pueden manifestarse por síntomas parecidos a los de malabsorción de lactosa, tales como vómitos, cólicos, diarrea y poca ganancia de peso
En algunos casos, bebés muy sensibles pueden reaccionar a algo en la dieta de su madre.  Esto puede suceder principalmente cuando existe una historia de alergias en la familia.  El principal causante de desatar alergias alimentarias es la leche de vaca y los lácteos.  Existen más de 20 sustancias en la leche de vaca que pueden actuar como alergenos.  Otros alimentos que pueden desatar reacciones alérgicas son:  el huevo, el trigo, el maíz, la carne de marrano, el pescado, el maní, los tomates, la cebolla, el repollo, las fresas, las nueces, las especias, las frutas cítricas y el chocolate.

No existe cura para las alergias.  Lo más sencillo y económico es evitar los alimentos que provocan la alergia, aunque el descubrir cuales o cual alimento es el causante puede ser un proceso difícil.  En los bebés muy alérgicos, los síntomas pueden presentarse de 4 a 24 horas después de la exposición al alergeno. 

La mayoría de bebés muestran mejoría luego de que su madre ha removido de su propia dieta el alimento alergénico por más de 5-7 días, en algunos casos se necesitan más de dos semanas para eliminar completamente las trazas de la substancia ofensiva del organismo de la madre.

Resumen preparado por Licda. Maritza de Oliva.  Liga de La Leche Materna de Guatemala.


Referencias:

Woolridge, M. Colic, overfeeding and symptoms of lactose malabsorption in the breastfed baby: a possible artifact of feed mangement?.  1988.  The lancet 2:382-385.

Valentine, et al. Hindmilk Improves weight gain in low-birth-weight infants fed human milk.  1994.  Journal of Pediatric Gastroenterology 18:474-477.

La Leche League International. Allergies. 2000. Publication 925-17.

Lauwers, J. et al.  Counseling the nursing mother. 2000.  Jones and Bartlett Publishers Int

Volumen e ingesta de grasa:

2 comentarios:

Bebes dijo...

Muy buena información!
Las madres tienen que informarse sobre estos temas parra saber que hacer en caso que les suceda a sus bebes

Margie dijo...

Gracias por este escrito, pero me es dificil compartirlo cuando en el diseño vienen biberones.